23 de enero de 2011

Sobrinos

Día 2
Desayuno en familia. Mis sobrinos me piden ¨¿jugamos tía?¨ y respondo con alegría, que sí, que a qué quieren jugar. Y vienen las cartas, los juegos de palabras, las muñecas, las cartas otra vez. Les presto un rato la computadora portátil que traje. Me compré un módem móvil que se supone tiene alcance y que me va a permitir hacer tantas cosas. Pero a la tarde lo pruebo y no hay conexión. Nada. A la noche vamos hacia el centro y el local de la compañía es de venta de aparatos, y ya de por sí la chica que me atiende me dice: no podes abrir la computadora en el mostrador, es casi como que te digan ¨no te podemos ayudar¨. Pruebo la conexión en la mesa de afuera, la que dice: exclusiva para clientes. Pero tampoco logro conectarme. Canta Drexler ¨ y la noche cae por su propio peso¨.
Mis sobrinos quieren ir a correr en cuatriciclos y en karting, y vamos todos hacia un circuito. Ella es rápida y veloz en el cuatri. Se empeña en ser primera y en no dejar pasar a nadie. Su hermano se acerca y le dice ¨tijera¨, y ella se cruza y se adelanta alcanzando ese aparente primer lugar. Él se sube a los otros cuatriciclos, los que son para nenes de su edad. Tiene 10 años y los acaba de cumplir en la playa. Pienso que no le traje el regalo. Después se sube al karting con su papá. Corren los dos en la pista. Y se divierten. Vueltas y más vueltas.
Vamos volviendo. Y camino al auto, por la calle me pasa finito un auto azul. Tan finito y tan cerca que con la mano lo toco y se le dobla el espejo. Le grito pero la conductora parece no verme o no repara en que me pudo haber dañado de verdad. Y pienso, ¿no me vio? O ¿pensó que no pasaba nada? Me tensiono y la espalda me duele. Y pienso en la computadora, en el módem y en cómo van a ser las vacaciones sin este ¨plan magistral¨ que me iba a acompañar en los espacios de no-playa. En los momentos de querer charlar con alguien y no poder. Y pienso que ¨antes no existían todas estas tecnologías¨ y que la pasaba bien. Y me empiezo a relajar, a buscar otras alternativas. Ya estoy en la playa… Estoy de vacaciones… Tengo libros de sobra. Traje un trabajo para hacer del jardín, un trabajo de ¨pensar´. Y la computadora, que a pesar de no tener internet para usar desde el departamento tiene algunos cuentos que no terminé de escribir. En el micro a la ida, mientras el señor ronca, pienso en escribir esta experiencia en el blog. Compartir el día a día, sin que resulte un diario íntimo, tratando de encontrarme en el humor y en el placer de compartir la escritura. Veremos que sale…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gaby, qué forma copada le diste a tu blog ahora!! Estoy leyendo cosas del año pasado, qué lindas historias, está súper atractivo para perderse entre lo que escribiste.
Besote!
Dani

Maria Gabriela Belziti dijo...

Decía qué lindo descubrir este comentario!!