Los Perezosos son animalitos muy pero muy sensibles. Se los trata con cuidado, siempre, porque sino se asustan y se pierden.
Los Perezosos duermen aferrados a los árboles, pocas veces bajan. No se sabe muy bien por qué bajan, ni para qué. Qué es lo que los mueve. A veces, bajan por un poco de cariño, pero en cuanto lo reciben vuelven al árbol. Son animalitos poco adaptativos. Les gusta siempre estar en su habitat. Pocas veces lo comparten.
En otras oprtunidades, los Perezosos se hacen pasar por personas normales. Y las mujeres se confunden, se ilusionan, se enamoran. Pero los Perezosos siempre tienen las antenitas prendidas y en cuanto huelen que algo ¨raro¨ está pasando vuelven al árbol e invernan. Por más de un invierno.
A veces las mujeres los esperamos pacientes. A veces, no tanto. Y pensamos que algo habremos hecho mal. Pero no, en el mejor de los casos entendemos, que no es nuestra culpa, que simplemente nos topamos con un Perezoso. Y un Perezoso no tiene cura. A un Perezoso se lo visita de vez en cuando. De cuando en vez. Y también se lo abandona.
Yo abandoné a mi Perezoso y soy mucho más feliz.
Si tenés un Perezoso contanos sobre tu experiencia y podremos alertar al resto de las humanas.
Comprobado científicamente.
2 comentarios:
Genial texto. Lo difundiré, conozco a varios perezosos en la vida (aunque actualmente no tengo uno).
¡Felicitaciones!
Dani
Bien por vos y la difusión. Tenemos que alertar a la población femenina sobre estos especímenes... Gracias por difundir!!
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