7 de marzo de 2010

Teruel y los amigos




La primera vez que estuve en Teruel (España) fue hace dos años pero no pude recorrer la ciudad como lo hice este año. La estancia fue breve pero esta vez me comprometí a conocer cada uno de sus rincones.
Y cómo no dejarse tentar por la ¨ Ciudad de los Amantes¨. Cuenta la leyenda que como tal tiene un poco de verdad y un poco de fábula, que los amantes se habían conocido de muy jóvenes en el siglo XIII El (Juan Diego de Marcilla) era pobre y ella (Isabel de Segura) la hija de un importante comerciante. El prometió volver con fortuna al cabo de cinco años para poder merecer su mano. Ella prometió esperarlo. Pasado el plazo y al no ver que él regresara ella aceptó casarse con un pretendiente. Dicen que en la noche de bodas, él que había regresado, se acercó hasta el lecho nupcial y le pidió a ella que lo besara pues de lo contrario se moriría. Ella no quiso. Y dicen que él murió en ese instante.
Al día siguiente en el entierro apareció una mujer vestida de negro que se acercó hasta él y lo besó en los labios. Dicen que ella, como él, murió en ese instante.
En el Mausoleo de los Amantes se encuentran sus criptas con los cuerpos momificados. Dicen también que no hay restos de venenos y entonces la leyenda de los amantes cobra más fuerza cuando se trata de morir de amor. El símbolo de los amantes son las dos manos que se acercan pero no pueden tocarse jamás. Con la entrada al mausoleo se pueden visitar también la iglesia de San Pedro, la torre (construida en el siglo XIII) y el claustro (que pertenece al grupo de los cuatro claustros mudéjar que se conservan en Aragón).
Entre las delicias de Teruel son famosos los ¨suspiros y los sueños de amante¨ y la trenza mudéjar. Es que el arte mudéjar prevalece en la arquitectura del casco histórico. Son muy hermosas las torres de San Martín y de Salvador. Otra leyenda cuenta que los arquitectos que las construyeron intentaron que la suya fuera la más hermosa para conquistar la mano de una bella doncella. Aunque las torres fueron construidas en distintas fechas es más bonito creer en las leyendas de Teruel.
La ciudad tiene una parte moderna que se abre paso a través del viaducto y se la conoce como el Ensanche. Las construcciones son más actuales y el terreno más plano. Es que Teruel es una ciudad de cuestas y pendientes, de calles angostas como muchas ciudades de Europa.
En el centro hay algunos edificios construidos por un discípulo de Gaudí, Pablo Monguío. Antes de partir de Teruel es necesario visitar al Torico que reposa en una columna de la plaza principal. Un pequeño toro al que cada año lo visten de moño.
Pero lo que más me une a Teruel son mis amigos y su reciente paternidad. Ese es el mejor regalo que me llevo: conocer a la pequeña Martina de tan solo dos meses


Texto enviado al viaje del lector del diario clarin. Publicado el domingo 11 de marzo de 2012 (con edición menos poética)

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